En el Amazonas fluye un verdadero Amor


En el Amazonas fluye un verdadero Amor


Era una fría mañana de lunes del mes de agosto del año 2007 en la ciudad de Bogotá. La Universidad Los Libertadores acababa de iniciar semestre. Diana una muchacha, sencilla y amable, que cursaba su tercer semestre de Administración Turística y Hotelera se dirigía rápidamente a su clase de publicidad, ella que se caracterizaba por el verde de sus ojos y su larga cabellera rubia, ingresó al salón a buscar su grupo de amigos, pero cuando entró había un chico sentado junto a la ventana que la miró fijamente y se preguntó, -¿quién es ella?- Nunca antes la había visto en clase. Pero Diana tenía sus pensamientos en otro lugar, así que no se dio cuenta de que él la había estado mirando. Pasaron los días, y ese encuentro se volvió muy frecuente. Después de unos cuatro meses ellos ya se hablaban y compartían con sus amigos en común.


En el año 2008, Sergio había estado mandándole señales a ella por un largo tiempo, pero no fue sino hasta un viaje al Amazonas programado por la universidad para el 17 de abril, que ella empezó a percibirlo. En ese lugar exótico realizaron varias actividades propias de dicho lugar como: compartir con los indígenas nativos, desplazarse en canoa y hacer caminatas nocturnas en la selva. Él estaba muy pendiente de ella; la ayudaba, la abrazaba y compartían mucho tiempo juntos. Así que ella empezó a notar que entre ellos podía haber algo más que una amistad. 


El 20 de abril, después de actividades extenuantes como: kayak por el río, canopy y senderismo, el grupo encontró un lugar para descansar. Ese sitio tenía muchas hamacas. Por cosas del destino, solo quedaba una hamaca que ellos decidieron compartir. Allí empezaron a hablar y a conocerse mejor. Llegaron a Bogotá el 23 de abril. Siguieron saliendo y compartiendo cada día más. Ella trabajaba de día en una empresa de cruceros y en la noche estudiaba, así que había muy poco tiempo para compartir entre ellos. A pesar de todo cuando salían aquel joven hacía que cada momento fuese especial.


El 10 de mayo del 2008, hubo una fiesta el sábado por la noche. Ambos asistieron y allí bailando y riendo, Sergio se armó de valor y le declaró sus sentimientos. Le regaló una rosa roja, se acercó suavemente y la besó. A partir de ese momento decidieron que empezarían una relación, y debido a la carrera que ambos hacían, realizaron varios viajes como: al Quindío, al Huila, la Isla Gorgona y la Guajira, entre otros. En cada viaje afirmaban que existía un gran amor entre ellos.


En junio del 2009, Sergio finalizó su carrera profesional y decidió volver a Bucaramanga, su ciudad natal. Pasaron 6 largos meses. Su relación a distancia funcionó. Pero en octubre él decidió llamarla y le propuso que se viniera con su hija a vivir juntos. En ese momento, ella estaba finalizando sus estudios; y su trabajo la mantenía muy ocupada, así que le dijo que no. Pasaron varios días hasta que Sergio volvió a llamarla y se lo propuso otra vez. Su amor era tan fuerte que ella decidió irse a vivir a aquella ciudad y empezar una nueva vida.  


En enero 20 del 2010, Diana y su hija ya vivían en Bucaramanga. Se quedaron en el apartamento de Sergio que era en Floridablanca. Los tres eran una familia feliz, se reían, viajaban y compartían. Cada día su amor iba creciendo y se reafirmaba el porqué debían estar juntos. Vieron crecer a su hija. Pasaron 6 largos y divertidos años, cada día más felices. Él supo que quería estar con Diana por el resto de su vida. En junio 24 del 2016 él le propuso matrimonio y como regalo compraron un apartamento. La boda fue el 14 de agosto, estaba todo organizado. Era el gran día. Familiares y amigos vinieron desde Bogotá, fue una boda pequeña, pero reflejaba el amor que había entre los dos. Al pasar al altar aquel muchacho y su prometida, se sintieron afortunados de encontrarse el uno al otro. Ellos juraron amarse, respetarse y ser felices. Sellaron ese compromiso con un beso de amor y todos los familiares aplaudieron y celebraron esa bonita unión.


Emily Sofía Ángel Acosta 8 °C


Referencia bibliográfica

Isaacs, J. (1996). Maria. Bogotá: Presidencia de la República.

Comentarios

  1. Una bonita historia de amor que perdura en el tiempo. Este relato es dinámico, envolvente y atractivo, bien redactado. Felicitaciones,siga adelante.

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  2. Se nota el esfuerzo y dedicación en cada párrafo. Que bella historia.

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  3. Una lectura con ritmo, temporalidad, ubicación nos lleva a imaginarnos a los protagonistas y a saber más. Felicitaciones

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  4. Que hermosa historia con final feliz. Excelente descripción. Felicitaciones 😘😘

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  5. Una linda historia, es agradable saber que el amor puede superarlo todo, incluso la distancia.

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  6. Una gran historia de amor... La redacción del texto excelente y hace envolverte con la historia, muy dinámica, alegre y lo mejor un final feliz.

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  7. Hermosa historia 💞💞 la redacción excelente,cada reglon que leía ,parecía que estuviera leyendo una novela de amor..... felicitaciones por tan impecable trabajo ☀️☀️

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  8. Me parece una historia muy linda me gusta las descripciones y cada párrafo cuenta la belleza del amor

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